JORGE SAVIA
Un par de horas después que Noé González mandó a Mariano Natalio Carrera al hospital, donde se constató que el argentino -que en diciembre de 2006 fue campeón mundial y no perdió el título arriba del ring, sino que se lo sacaron luego de que diera positivo de clembuterol en un control antidopaje- sufrió fractura de la mandíbula, además de ser derrotado por el pandense al 1`12" del 4° round, durante la cena del festejo en un restaurante de la calle Lavalle se filtró una anécdota de lo ocurrido un rato antes en el cuadrilátero.
Luis Ventura, Sergio y Ruben Márquez, que son el promotor y uno de los técnicos de González, Robert Leivas -padre e hijo- y, además de Iván Protti, que es el entrenador rosarino del uruguayo, Fabio _Díaz, Edgardo Buggiano y Carlos Charly, que relataron y comentaron la pelea en directo por Radio Centenario, se enteraron que en el segundo round, después que en el primero Carrera sorprendiera al meter una izquierda en punta que dio por tierra con su contrincante, y cuando el canario entró a afirmar sus golpes y a mirarlo fijo como el tigre que cela a su presa para destrozarla de un zarpazo, el argentino le decía y hasta lo incitaba: "¡Dale `Negro`, que no siento las manos!"
Menos mal. González no sólo no se quedó callado y le contestó "¡te voy a matar!" en varias oportunidades, sino que en el tercer asalto lo cazó con un gancho terrible al mentón, que hizo que el argentino "saludara" con su cabeza y enseguida se desplomara, dando la sensación de que ahí mismo se terminaba el combate.
Ahí no fue necesario conocer pormenores de la cena que se estiró hasta muy entrada la madrugada: como el pandense no pudo "sacar" a su adversario y a Carrera lo salvó la campana, fue clara a través del audio y las imágenes de la transmisión de la T y C Sports, la bronca que tenía González, quien llegó al rincón profiriendo un furioso "¡la c.... de su madre!"
Sin embargo, iba a ser cuestión de tiempo; aunque menos que el que transcurrió desde el 11 de julio de 1956, cuando -con este periodista (entonces un niño de 7 años) en el ring side junto a su padre- Dogomar Martínez noqueó en el 7° round al argentino José Santiago: al empezar el 4° asalto, González no se desesperó, midió bien la distancia, y con una izquierda abierta, tan tremenda y conmocionante como el gancho que había metido antes, "trajo a tierra" a Carrera y ganó por nocaut.
Pasaron, pues, 53 años desde la última vez que un uruguayo ganó de esa forma en el legendario Luna Park de Buenos Aires. Como aquella vez, también, el visitante cambió los silbidos, abucheos y hasta insultos que cayeron como una lluvia desde la popular cuando fue del vestuario al cuadrilátero por un aplauso de reconocimiento, abierto, espontáneo.
No era para menos, al fin y al cabo. Por la espectacular definición de González. Por cómo dio vuelta el trámite del combate. Y porque con ese triunfo, conquistó el título de campeón latino de peso mediano y, según se supo en la cena-festejo de la madrugada porteña, va a pelear por el título mundial ante un ucraniano, en Montevideo, antes de fin de año.
Protti: "Teníamos perdido el round" Iván Protti, el técnico que entrena a Noé González en Rosario, dijo después del combate: "Cualquier mano que tire, duele; por eso lo tiró con todas las manos que le metió". A su vez, el también amigo del pandense, contó que "cuando (González) cayó, no se enloqueció ni salió a buscarlo desesperado, porque no valía la pena gastar energías. Con la caída, ya sabíamos que teníamos perdido el round".
Bolsa: El pandense cobró US$ 2.000
Así como Sergio Márquez tuvo que "sacrificar" dinero para que a Noé González le dieran la chance de combatir por el título latino en la velada en la cual "La Tigresa" Acuña venció por puntos a la estadounidense Alicia Ashley, el pandense peleó por la gloria, más que por la plata: su "bolsa" fue de US$ 2.000, algo que no es "nada del otro mundo" para una instancia como la del jueves pasado.
Márquez: "Tuvimos que poner plata"
Cuentan que, feliz, exultante, el empresario sanducero Sergio Márquez confesó en la cena del restaurante de la calle Lavalle que "tuvimos que poner plata para que (González) peleara y le dieran una chance".
Es que, como también apuntó Iván Protti, "había muchos que decían que no había peleado con nadie, ¡pero es porque en la Argentina nadie quiere pelearle!"
Un par de horas después que Noé González mandó a Mariano Natalio Carrera al hospital, donde se constató que el argentino -que en diciembre de 2006 fue campeón mundial y no perdió el título arriba del ring, sino que se lo sacaron luego de que diera positivo de clembuterol en un control antidopaje- sufrió fractura de la mandíbula, además de ser derrotado por el pandense al 1`12" del 4° round, durante la cena del festejo en un restaurante de la calle Lavalle se filtró una anécdota de lo ocurrido un rato antes en el cuadrilátero.
Luis Ventura, Sergio y Ruben Márquez, que son el promotor y uno de los técnicos de González, Robert Leivas -padre e hijo- y, además de Iván Protti, que es el entrenador rosarino del uruguayo, Fabio _Díaz, Edgardo Buggiano y Carlos Charly, que relataron y comentaron la pelea en directo por Radio Centenario, se enteraron que en el segundo round, después que en el primero Carrera sorprendiera al meter una izquierda en punta que dio por tierra con su contrincante, y cuando el canario entró a afirmar sus golpes y a mirarlo fijo como el tigre que cela a su presa para destrozarla de un zarpazo, el argentino le decía y hasta lo incitaba: "¡Dale `Negro`, que no siento las manos!"
Menos mal. González no sólo no se quedó callado y le contestó "¡te voy a matar!" en varias oportunidades, sino que en el tercer asalto lo cazó con un gancho terrible al mentón, que hizo que el argentino "saludara" con su cabeza y enseguida se desplomara, dando la sensación de que ahí mismo se terminaba el combate.
Ahí no fue necesario conocer pormenores de la cena que se estiró hasta muy entrada la madrugada: como el pandense no pudo "sacar" a su adversario y a Carrera lo salvó la campana, fue clara a través del audio y las imágenes de la transmisión de la T y C Sports, la bronca que tenía González, quien llegó al rincón profiriendo un furioso "¡la c.... de su madre!"
Sin embargo, iba a ser cuestión de tiempo; aunque menos que el que transcurrió desde el 11 de julio de 1956, cuando -con este periodista (entonces un niño de 7 años) en el ring side junto a su padre- Dogomar Martínez noqueó en el 7° round al argentino José Santiago: al empezar el 4° asalto, González no se desesperó, midió bien la distancia, y con una izquierda abierta, tan tremenda y conmocionante como el gancho que había metido antes, "trajo a tierra" a Carrera y ganó por nocaut.
Pasaron, pues, 53 años desde la última vez que un uruguayo ganó de esa forma en el legendario Luna Park de Buenos Aires. Como aquella vez, también, el visitante cambió los silbidos, abucheos y hasta insultos que cayeron como una lluvia desde la popular cuando fue del vestuario al cuadrilátero por un aplauso de reconocimiento, abierto, espontáneo.
No era para menos, al fin y al cabo. Por la espectacular definición de González. Por cómo dio vuelta el trámite del combate. Y porque con ese triunfo, conquistó el título de campeón latino de peso mediano y, según se supo en la cena-festejo de la madrugada porteña, va a pelear por el título mundial ante un ucraniano, en Montevideo, antes de fin de año.
Protti: "Teníamos perdido el round" Iván Protti, el técnico que entrena a Noé González en Rosario, dijo después del combate: "Cualquier mano que tire, duele; por eso lo tiró con todas las manos que le metió". A su vez, el también amigo del pandense, contó que "cuando (González) cayó, no se enloqueció ni salió a buscarlo desesperado, porque no valía la pena gastar energías. Con la caída, ya sabíamos que teníamos perdido el round".
Bolsa: El pandense cobró US$ 2.000
Así como Sergio Márquez tuvo que "sacrificar" dinero para que a Noé González le dieran la chance de combatir por el título latino en la velada en la cual "La Tigresa" Acuña venció por puntos a la estadounidense Alicia Ashley, el pandense peleó por la gloria, más que por la plata: su "bolsa" fue de US$ 2.000, algo que no es "nada del otro mundo" para una instancia como la del jueves pasado.
Márquez: "Tuvimos que poner plata"
Cuentan que, feliz, exultante, el empresario sanducero Sergio Márquez confesó en la cena del restaurante de la calle Lavalle que "tuvimos que poner plata para que (González) peleara y le dieran una chance".
Es que, como también apuntó Iván Protti, "había muchos que decían que no había peleado con nadie, ¡pero es porque en la Argentina nadie quiere pelearle!"
