por Gustavo Roca Vie 07 Ago 2009, 02:12
Liberia Mía desperdició los tres goles del partido de ida, cayó apaleado 6-0 por el Real España y se despidió por la puerta falsa del torneo de clubes de la Concacaf.
El campeón costarricense hizo un impresionante ridículo en el partido de vuelta. Entró a defender su ventaja, pero la zaga fue de papel y se llevó una paliza incontestable de los catrachos.
Los defensas titulares de la Selección costarricense Freddy Fernández, Michael Umaña y Harold Wallace, además de Pablo Salazar, transitaron por la calle de la amargura ante Carlos Pavón y Douglas Mattoso, que hicieron todo lo que les vino en gana.
Los seis goles incluso se quedaron cortos ante un Liberia que cometió el error de encerrarse desde el inicio. Apenas a los dos minutos ya habían recibido un gol; a los 18 llevaban dos y estaba claro que era cuestión de tiempo para que terminaran de derrumbarse.
El equipo hondureño se dedicó a practicar tiro al blanco ante la pasividad de los defensores rivales. Con total libertad de acción acribillaron al arquero Mesén una y otra vez; el poste ayudó a los liberianos un par de veces, en este monólogo que desnudó las peores carencias del monarca tico.
Ni siquiera con el marcador en contra los pamperos se animaron a salir. Su único remate a marco llegó a los 77 minutos, cuando el arquero local le detuvo un disparo a Víctor Núñez. Demasiado poco para tratar de causar daño.
Papelón. El partido se fue al descanso con un 2-0 que anunciaba una verdadera noche de espanto para el conjunto chorotega.
Liberia sufrió por el ímpetu de un oponente que nunca dejó de creer en sí mismo, pero también por los enormes defectos propios, que empezaron con el medroso planteamiento del cuerpo técnico encabezado por Alain Gayhardy.
Víctor Núñez y Alejandro Alpízar se quedaron en el banquillo de suplentes, en una clara muestra de que la prioridad de los pamperos era defender. Cuando llegaron las variantes ya no había nada que hacer: Real España dominaba a placer y se dedicaba a hurgar en las profundas heridas de Liberia.
Pavón despachó tres de los seis goles y aportó dos asistencias. Detrás de cada anotación hubo una mala marca, o un despeje a medias, o un zaguero que dejó de hacer su tarea. Fueron demasiados errores ante un hábil adversario que los aprovechó sin piedad.
Liberia cierra con un papelón su primera presencia en el torneo regional de clubes. Sin agallas para defender los goles de la ida, y sin alma para responder cuando se le vino el mundo encima, los pamperos se despiden haciendo el ridículo.